La reacción rápida ante lo que sucede, no es en principio “mala”. De hecho es lo que nos ha hecho llegar hasta aquí como especie. Llevamos la capacidad de reaccionar impresa en nuestra biología. Tres son las reacciones básicas que compartimos con casi todo el resto de animales: ante un acontecimiento la reacción espontánea puede ser huir, luchar o hacernos los muertos.
Hasta aquí todo bien.
Pero… ¿qué ocurre cuando esta reacción adaptativa se extiende a acontecimientos de nuestra vida que no ponen en jaque la supervivencia?
Hasta aquí todo bien.
Pero… ¿qué ocurre cuando esta reacción adaptativa se extiende a acontecimientos de nuestra vida que no ponen en jaque la supervivencia?